En el camino de la autodisciplina, uno a menudo se encuentra con el crítico interior: esa voz persistente de duda y negatividad que puede descarrilar incluso los esfuerzos más decididos. Esta voz puede manifestarse como un detractor implacable, socavando constantemente la confianza y la fuerza de voluntad.
2. Establezca metas realistas: establezca objetivos claros y alcanzables que motiven en lugar de abrumar. Por ejemplo, en lugar de intentar correr una maratón sin entrenamiento previo, comienza con el objetivo de correr una distancia determinada cada semana y ve incrementándola gradualmente.
Escribe lo que te dices en segunda persona para distanciarte de los hechos, como si fuera una frase para otra persona.
La crítica interior es una experiencia humana common y es importante reconocer que se manifiesta de manera diferente en cada individuo. Algunos pueden oírlo como una voz distinta en su cabeza, mientras que otros pueden sentirlo como una profunda sensación de inquietud o miedo. La crítica interna puede ser sutil, a menudo disfrazada de mecanismo protector, instándonos a evitar riesgos y permanecer dentro de nuestra zona de confort.
This Site takes advantage of cookies to boost your practical experience while you navigate by means of the web site. Out of such, the cookies that are categorized as required are saved on your own browser as They are really essential for the Operating of standard functionalities of the web site.
Esta voz hará lo que sea necesario para que trabajes lo más duro posible. Para motivarte, puede decirte que eres un vago o un incompetente y que no puedes lograr nada.
Al implementar estos métodos, puedes crear un marco sólido para la autodisciplina que no solo reconozca la presencia de distracciones internas sino que también te proporcione las herramientas para superarlas.
"No busques en las redes sociales porque automáticamente te sentirás horrible sobre ti misma, recuerda get more info que Instragram no es serious. Habla con tu mamá y recuerda que te aman por lo que eres".
Cuando castigas a alguien por lo que hace mal, eso no le enseña cómo hacerlo bien. Imagina a un niño pequeño que aprende a caminar: si le gritas y le llamas tonto cada vez que se cae, puedes imaginar que eso tendría un impacto negativo. Sin duda, tendría un efecto muy diferente que si sonrieras y animaras al niño cada vez que da un paso hacia ti. Cuando tu crítico interno te etiqueta constantemente de una manera negativa, tiene un efecto desmoralizador y da forma a tu autoconcepto más amplio sobre quién eres y qué puedes hacer.
Luego reemplaza los pensamientos exageradamente negativos con declaraciones más realistas que te muevan hacia la autoaceptación y la confianza.
Sin embargo, si no se controla, puede convertirse en un impedimento importante para nuestro progreso. La clave para aprovechar este diábrand interno no reside en silenciarlo por completo sino en aprender a gestionar su influencia en nuestras acciones y decisiones.
Por ejemplo, si eres un artista que intenta explorar un nuevo estilo de pintura, tu crítico interior podría decirte que no es lo suficientemente bueno y que debes ceñirte a lo que sabes. Este perfeccionismo puede sofocar su creatividad e impedirle aceptar el cambio.
De igual modo, hemos podido interiorizar el crítico interior a través de figuras de autoridad durante nuestra infancia. Tal vez nos repitieran que no éramos demasiado competentes para esto o aquello, o que nuestra actitud dejaba mucho que desear.
"Y finalmente, no te menosprecies, porque pronto te darás cuenta de que hay muchas personas en este mundo que están dispuestas a hacer eso gratuitamente".